COVID de repetición: ¿peor que la primera vez?

Hay un repunte de casos de COVID-19 en muchos países del hemisferio norte. Además, coincide con un aumento de casos de gripe e infecciones por otros virus del catarro otoñal (Willyard C. Nature 2022). El resultado es una sensación de ‘déjà vu’, con un aumento importante de los cuadros respiratorios. Sin embargo, afortunadamente los hospitales no se colapsan como lo hicieron en 2020.

Un estudio reciente de un grupo de cerca de 6 millones de veteranos del ejército de EE.UU. ha concluido que las reinfecciones por SARS-CoV-2 se asocian a un mayor riesgo de muerte (2,8 veces más) y de hospitalización (3,3 veces más) respecto a no volver a padecer COVID-19 (Bowe et al. Nat Med 2022).

En el estudio, un 10% de los veteranos padecieron más de un episodio de COVID-19. El mal pronóstico de las reinfecciones se reconoció a pesar de que la mayoría habían sido vacunados durante el año 2021. Los resultados contradicen la opinión generalizada sobre la benignidad de las reinfecciones por COVID-19. Es más, cuestionan la eliminación de medidas de protección, como el abandono de mascarillas y el distanciamiento social. La pandemia no se ha acabado y todavía podría ser pronto para eliminar todas las restricciones.

De igual modo, el estudio refuerza la eficacia de las dosis de recuerdo de vacunas diseñadas con la variante vírica que circula en la actualidad (ahora es omicron), sobre todo en la población más vulnerable (Woodbridge et al. Nat Commun 2022). Además, debe continuar siendo prioritaria la investigación de antivirales orales que puedan utilizarse de modo preventivo o para tratar los casos más graves (Soriano et al. AIDS Rev 2022).

Entre las limitaciones del estudio americano están que la población examinada de militares está constituida mayoritariamente por varones, muchos de ellos de edad avanzada. En ese grupo de población vulnerable, los cuadros respiratorios virales a menudo descompensan las enfermedades de base, como diabetes, insuficiencia cardíaca, bronquitis crónica, enfermedad renal o cirrosis hepática. Por tanto, en la medida en que la inmunidad frente al SARS-CoV-2 se reduce con el paso del tiempo (Woodbridge et al. Nat Commun 2022), es de esperar que tras 4-6 meses de un primer episodio de COVID-19 o de haber sido vacunado (o las dos cosas, lo que se conoce como ‘inmunidad híbrida’), una nueva infección por SARS-CoV-2 se asocie a un mayor riesgo de hospitalización y fallecimiento en la población más frágil.