¿Cómo erradicar la hepatitis B y la hepatitis C?

La hepatitis B y la hepatitis C son responsables del 96% de muertes por hepatitis víricas en el mundo. En ausencia de tratamiento, una cuarta parte de pacientes infectados por los virus B o C desarrollarán un cáncer de hígado y/o complicaciones de la cirrosis. Cada año, las hepatitis B y C ocasionan el fallecimiento de 1,34 millones de personas, una cifra comparable a la ocasionada por otras grandes enfermedades infecciosas, como el VIH/SIDA, la tuberculosis o el paludismo (malaria).

Un grupo de expertos ha publicado qué medidas deberían adoptarse para conseguir los objetivos de la OMS para 2030, esto es, una reducción de muertes por hepatitis mayor del 65% y una disminución de nuevas infecciones mayor del 90% (Cooke et al. Lancet Gastroenterol Hepatol 2019; 4: 135-84).

La estimación del número de infectados es de 257 millones para la hepatitis B y de 71 millones para la hepatitis C. Los expertos señalan que más del 75% de pacientes con hepatitis crónica B y/o C se concentran en sólo 20 países del mundo, la mitad de ellos asiáticos, de los que sólo dos (Estados Unidos y Japón) no son países en vías de desarrollo. Con diferencia del resto, China e India acumulan la mayor tasa de infectados por la hepatitis B y la hepatitis C.

Además de subrayar la importancia del diagnóstico y del tratamiento antiviral precoz, sobre todo para la hepatitis C (que se cura con sólo 2-3 meses de medicación oral), los expertos subrayan la importancia prioritaria de la vacunación neonatal, para prevenir la transmisión vertical de la hepatitis B. Una vez establecida la hepatitis crónica B, hoy por hoy es incurable; aunque los antivirales permiten frenar la progresión de la enfermedad hepática y reducir la transmisibilidad del virus B, especialmente como ITS.

El congreso de la Sociedad Europea de Hígado (EASL, European Association for the Study of the Liver, www.easl.eu/) tendrá lugar en Viena el próximo mes de abril. Este evento es el más esperado por todos para ver qué decisiones pueden tomarse para facilitar la llegada del beneficio preventivo/terapéutico a los lugares mas afectados por las hepatitis B y C que, a menudo, son los que carecen de los recursos suficientes. En un mundo globalizado, con desplazamientos frecuentes y migraciones poblacionales importantes, no cabe ambicionar la erradicación de una infección si no se toman medidas en todo el planeta.