La hepatitis delta a debate

La hepatitis delta promete ser uno de los protagonistas del EASL, el congreso europeo de hígado (https://easl.eu/), que tendrá lugar la próxima semana en Viena, superando el interés por el cáncer de hígado, la hepatitis B o la hepatitis C.

Dos circunstancias explican el renovado interés por la hepatitis delta. En primer lugar, un metaanálisis reciente ha comunicado que hasta 60 millones de personas podrían tener hepatitis delta en el mundo (Chen et al. Gut), extrapolando datos de prevalencia de anticuerpos anti-delta del 15% en una población estimada global con hepatitis crónica B de 250 millones de personas. Mientras que la estimación de hepatitis delta seria del 10% en pacientes HBsAg+ sin practicas de riesgo, ascendería en los grupos de alto riesgo, como drogadicción intravenosa y promiscuidad sexual, a tasas del 37% y 17%, respectivamente.

En consonancia con la alerta del metaanálisis, datos de EE.UU. examinando una muestra representativa de más de 16.000 personas de la población general (Patel et al. Clin Infect Dis) han comunicado tasas de hepatitis delta del 33% entre los portadores del HBsAg. ¡Esto supondría unos 400.000 pacientes con hepatitis delta! Por si fuera poco, los autores reconocen que la cifra podría ser mayor, ya que en la muestra poblacional estaban poco representados los grupos de alto riesgo, que tienen una prevalencia de hepatitis delta mayor, como las personas con VIH (Soriano et al. AIDS).

Los datos del metaanálisis y del estudio americano han sido cuestionados, entre otros por nosotros (Soriano et al. Clin Infect Dis) y otros autores (Stockdale et al. Gut). Es más que probable que el test del diagnóstico serológico ocasionara bastantes falsos positivos, ya que no había confirmación con un test de viremia. La otra razón que explica el mayor interés por la hepatitis delta es la llegada de antivirales para su tratamiento, como lonafarnib, myrcludex, REP-2139 y peginterferón lambda (Soriano et al. J Infect Dis). Recordemos que la hepatitis delta representa la variante más grave de todas las hepatitis crónicas (es más patogénica que las hepatitis B y C) y hasta ahora no tenía tratamiento, con progresión a cirrosis y/o cáncer de hígado de forma mas rápida. La próxima semana, una sesión completa del congreso europeo EASL estará dedicada a la hepatitis delta: ¡el debate está asegurado en Viena!