Inglaterra prohíbe la hormonación para cambio de sexo en menores

El pasado 12 de marzo, el sistema sanitario inglés echó marcha atrás y suspendió la prescripción de bloqueadores de la pubertad en menores con disforia de género. El informe señala que solo podrán utilizarse esos medicamentos con fines de investigación. Por el momento, no se ha demostrado su eficacia y hay múltiples evidencias de efectos secundarios (Hruz P. Linacre Q 2020).

La decisión en Inglaterra es importante, porque fue uno de los países pioneros en la aprobación de bloqueantes de la pubertad. Otros países han seguido sus pasos y ahora tendrán que reconsiderar sus leyes. 

Las denuncias de algunos pacientes y/o sus familias han forzado la reconsideración del manejo de los problemas de identidad sexual en los más jóvenes. El cierre de la Clínica Tavistock en Londres en 2022 es un ejemplo claro. Los casos de trans arrepentidas han sido primeras páginas en periódicos, como el de Keira Bell en Inglaterra o el de Susana en Galicia

En una publicación reciente (Diaz S & Bailey JM. Arch Sex Behav 2023), el sexólogo Michael Bailey, de la Universidad Northwestern de Chicago, analizó 1.655 adolescentes americanos con disforia de género de rápida aparición, que muchos consideran que es el resultado de un contagio social y no una verdadera condición médica. 

En el 75% de los casos se trataba de chicas de 11 a 21 años. Es interesante subrayar que la frecuencia de trastornos mentales (ansiedad, depresión y síndrome de hiperactividad-desatención) era más frecuente en este grupo. 

Muchos de los padres señalaron que se sintieron presionados por el personal sanitario que atendió a sus hijas y se hizo cargo de la transición sexual con hormonoterapia y cirugía correctora. Esos mismos padres señalaron que la salud mental de muchas de sus hijas empeoró tras la transición.

En contra de los que defendían la hormonación, ahora parece claro que la valoración psicológica y/o psiquiátrica es fundamental en los menores que consultan por disforia de género. Así se ha pronunciado la Academia Europea de Pediatría, que ha subrayado la necesidad de valorar a los adolescentes de forma global y atender otros trastornos sociales y mentales asociados que pudieran estar presentes (Brierley et al. Front Pediatr 2024).

La mayoría de menores que manifiestan disforia de género se benefician de un manejo psicoterapéutico adecuado. Con una espera supervisada, la mayoría deciden no modificar su sexo biológico. Este aspecto es particularmente importante en las chicas jóvenes –que son la mayoría con disforia de género-, puesto que más adelante podrán tener descendencia. Por el contrario, si la hormonación es precoz y hay cirugía correctora, el daño es irreversible.