Rebrote de las infecciones de transmisión sexual en España tras COVID-19

Las infecciones de transmisión sexual (ITS) repuntaron de forma importante en 2021 respecto al 2020 en España. Se ha relacionado con la retirada de las medidas de aislamiento social para frenar la pandemia de COVID-19. Así lo señala el nuevo Informe de Vigilancia Epidemiológica de ITS del Instituto de Salud Carlos III.

Las ITS son enfermedades de declaración obligatoria y hay registros temporales y por comunidades autónomas. Así lo estableció una orden ministerial del año 2015 (SSI/445/2015 de 9 de marzo) para cinco ITS, a saber: gonococia, sífilis, sífilis congénita, infección por Chlamydia trachomatis de los tipos (serovares) D-K y Linfogranuloma venéreo (chlamydias trachomatis serovares L1-L3). 

Novedades en las ITS en España

Los cinco aspectos más destacables del Informe de ITS español son:

  • Las ITS han pasado a ser la segunda causa de enfermedad infecciosa, justo por detrás de las infecciones respiratorias.
  • Las ITS se han convertido en un problema de salud pública de primer orden, tanto por el elevado número de personas que se contagian como por las secuelas que dejan. Una de las más importantes es la enfermedad pélvica inflamatoria, que causa infertilidad y embarazos ectópicos.  
  • Los diagnósticos de sífilis se han multiplicado por 10 desde 2001. Han pasado de 700 a 6.613 casos en 2021. Además, en 2021 se diagnosticaron 5 casos de sífilis congénita.
  • Aunque las ITS se diagnostican con mayor frecuencia en varones que mujeres, el aumento más significativo de los diagnósticos recientes de ITS se ha dado en mujeres jóvenes.
  • El 40% de los jóvenes sexualmente activos reconoce no haber usado preservativo en el último año.

Gonococia y Sífilis

Son las ITS más frecuentes en varones en España. El 83% de casos de gonococia y el 90% de sífilis se comunicaron en varones. Más de la mitad eran varones homosexuales. La edad media en el momento del diagnóstico fue de 31 y 36 años, respectivamente. Catalunya fue la comunidad autónoma con un mayor número de casos. Aunque las lesiones genitales fueron las más frecuentes, la afectación anorectal y faríngea va en aumento. Por último, la presencia de varias ITS es frecuente en estos pacientes, de modo que es importante descartarlas mediante tests diagnósticos múltiples, aunque no haya síntomas.

Infecciones por Chlamydia trachomatis

En 2021 se comunicaron 20.507 casos, casi 3 veces más que en 2016. Más de la mitad de los diagnósticos se realizaron en mujeres, con una media de edad de 24 años.

Los casos de linfogranuloma venéreo comunicados en 2021 fueron 649, casi todos ellos en varones, la mayoría homo/bisexuales. Cinco años antes, los diagnósticos habían sido 248. 

VIH y sida

La OMS estima que hay 38 millones de personas que viven con VIH en el mundo, de las cuales 25 millones viven en África sub-sahariana. A pesar de la información disponible sobre prevención y del uso de antirretrovirales por personas no infectadas con prácticas de riesgo (mayoritariamente promiscuidad sexual), cada año se infectan por VIH en el planeta 1’5 millones de personas. En España, los nuevos diagnósticos de VIH fueron 2.786 en 2021, con un repunte tras el confinamiento por COVID-19, cuando los casos de VIH en 2020 cayeron a 1.925. Dado que no hay vacunas, la epidemia de VIH/sida parece haberse estancado y su eliminación requerirá nuevas estrategias.

¿Cómo frenar la epidemia de ITS?

Desde la salud pública, promover una educación sexual orientada a retrasar el inicio de las relaciones sexuales y reducir el número de parejas son las acciones más eficaces. Así lo recoge el CDC de Estados Unidos (CDC. STI, 2021). Esas medidas se asocian a bienestar emocional y salud mental de adolescentes y jóvenes, así como a menor coste sanitario. 

Además de recordar los riesgos médicos asociados a la promiscuidad sexual, el abordaje de la educación sexual debe abandonar el reduccionismo a genitalidad. Por eso, las autoridades deben reducir el acceso fácil de los adolescentes a la pornografía. Limitarse a promover el uso de preservativos ya se ha demostrado insuficiente y supone hacerse cómplices de la epidemia de ITS. Hay que promover hábitos sexuales sanos en la población, especialmente entre los más jóvenes. Así se ha hecho combatiendo el tabaquismo y se hace promoviendo la dieta mediterránea.

Tal como señalan algunos epidemiólogos de prestigio, urge que la educación sexual de los jóvenes retome el verdadero valor del sexo dentro de la afectividad y del amor humano (Martínez-González MA. Salmones, hormonas y pantallas. Planeta 2023). Sexo no es amor. Mientras que el sexo busca satisfacer mi placer, el amor persigue el bien del otro. Uno es egoísta y el otro donación.