Vacunación frente a la viruela del mono

Ha pasado más de un mes desde la descripción a principios de mayo de los primeros casos de viruela del mono en un grupo de varones homosexuales en Inglaterra (Mahase E. BMJ 2022). Desde entonces y hasta el 10 de junio se han confirmado casos similares en los cinco continentes, hasta sumar 1.472. En Europa, los países con un mayor número son Reino Unido (367), España (275) y Portugal (209). En América son Canadá (116) y Estados Unidos (47).

Las manifestaciones clínicas de la viruela del mono en este brote epidémico sin precedentes son atípicas. Las lesiones pustulosas aparecen sobre todo en la región genital y anal. Se acompañan de fiebre y adenopatías. La transmisión es por contacto directo, especialmente asociada a relaciones sexuales. El período de incubación tras la exposición a otra persona infectada es de 5-21 días. Las lesiones pueden tener componente purulento y/o hemorrágico, pero se resuelven en casi todos los casos en menos de 10 días. De algún modo, parece una forma clínica ‘minor’ de la viruela.

Aunque ninguno de los casos de la forma epidémica ha fallecido hasta ahora, en África se han comunicado 66 muertes por viruela del mono desde enero de 2022. Nigeria es el país donde se han confirmado más casos. Sin embargo, el país más afectado por la forma endémica de la viruela del mono es la República Democrática del Congo (antiguo Zaire). Además, en Congo circula una variante del virus de la viruela del mono que es más virulenta y produce enfermedad más grave. 

Las autoridades sanitarias occidentales están considerando la vacunación de los grupos con un mayor riesgo de exposición, como son: i) los varones homosexuales con varias parejas, ii) el personal sanitario que atiende a estos pacientes o examina muestras de posibles infectados; y iii) viajeros a zonas endémicas en África occidental y central. 

Por el momento, la prioridad son las personas con menos de 40 años, que no recibieron la vacuna frente a la viruela. Ésta protege de forma cruzada frente a la viruela del mono. Dejó de administrarse en 1980, cuando la enfermedad se consideró erradicada a nivel mundial. 

La vacuna preferible en el momento actual para prevenir el contagio por la viruela del mono se llama Imvanex y está comercializada por una empresa farmacéutica danesa, Bavarian Nordic. Se trata de una vacuna con un virus modificado no replicativo, capaz de inducir respuesta inmune. Se recomiendan dos dosis con un mes de intervalo (Kupferschmidt K. Science 2022).

Hay otras vacunas frente a la viruela que también podrían ayudar a frenar el brote de viruela del mono actual, pero utilizan virus atenuados que podrían causar enfermedad diseminada en pacientes con inmunodeficiencia. Aunque apenas hay información disponible, es preferible evitarlas en pacientes infectados por el VIH, entre otros.

Además de vacunas, existen antivirales que han demostrado ya su actividad frente a la viruela del mono. EL tecovirimat es el mejor antiviral en el momento actual (Adler y cols. Lancet Infect Dis 2022). Bloquea una proteína clave del virus, la VP37, necesaria para su replicación en células humanas. Reduce los síntomas en los infectados y el riesgo de contagio en las personas expuestas. Se administra en forma de cápsulas orales de 200 mg (3 cada 12 horas, desayuno y cena) durante 2 semanas.

La disponibilidad de vacunas y de antivirales es muy importante para contener el brote actual epidémico de viruela del mono. Representan estrategias complementarias frente a la infección viral (Soriano y cols. Future Microbiol 2022). Los próximos eventos festivos planificados en diversos países del hemisferio norte, con gran afluencia de personas jóvenes no vacunadas frente a la viruela, pueden disparar el número de casos y facilitar la transmisión comunitaria en la población general, fuera de los grupos de mayor riesgo de infección.

En un mundo globalizado, el resurgir de infecciones ya conocidas y de nuevas formas clínicas, subraya la necesidad de la vigilancia epidemiológica. Desde la universidad, consideramos prioritaria una formación actualizada y de excelencia del personal sanitario en enfermedades infecciosas. Solo con una buena preparación podremos hacer frente al reto de las nuevas pandemias. En UNIR impartimos un Máster Universitario en Enfermedades Infecciosas & Terapia Antimicrobiana. Las clases y prácticas del título académico se dan exclusivamente online, con sesiones a tiempo real (streaming) y en diferido. Cuenta con un amplio claustro de profesores e investigadores de prestigio internacional.