Transmisión de la hepatitis B de forma oculta

El virus de la hepatitis B (VHB) es responsable de la infección crónica viral más frecuente en el mundo, por delante del papiloma virus, el virus de la hepatitis C o el VIH (sida). La OMS estima que 2.000 millones de personas se han expuesto al VHB en el mundo. Esto a pesar de existir una vacuna preventiva eficaz desde hace más de 30 años.

Durante los días 1 y 2 de octubre de 2018, la Asociación Europea para el Estudio del Hígado (EASL, European Association for the Study of the Liver) ha organizado un congreso especial en Taormina para discutir la relevancia de los casos recientes de transmisión de la hepatitis B a partir de personas con infección oculta (OBI, Occult B Infection). Se han descrito hepatitis agudas B en receptores de transfusiones de donantes con OBI y en trasplantados con órganos de individuos con OBI. Por otro lado, se han comunicado reactivaciones del virus B en sujetos con OBI que inician tratamiento inmunosupresor por cualquier motivo (artritis reumatoide, cánceres, etc).

En el panel de expertos de EASL para OBI figuraba el Dr. Vicente Soriano, de la Facultad de Ciencias de la Salud de UNIR. Fue el único representante de España. Su conferencia fue sobre OBI en poblaciones especiales de inmunodeprimidos, como los infectados por VIH. Se refirió al riesgo de enfermedad hepática en portadores de OBI y a las posibilidades de transmisión por vía sexual. En este sentido, señaló que a finales de año se impartirá para España y Sudamérica un curso pionero online de infecciones de transmisión sexual (ITS), que incluirá por primera vez OBI (http://sti-course.estudiosavanzados.net).

A la vista de los datos presentados en la reunión, EASL propone un nuevo escenario para la historia natural de la hepatitis B, subrayando que todas las personas que se han expuesto e infectaron, deben ser consideradas como portadoras del virus para toda la vida. Aunque muchas desarrollan inmunidad (anticuerpos) y no tienen complicaciones, el subgrupo con OBI replica el virus a bajo nivel y puede transmitirlo a otros. Por último, están aquéllos que replican el virus sin inmunidad y que pueden desarrollar cirrosis y cáncer de hígado, además de poder transmitirlo a otros, especialmente por vía sexual. Este último grupo de pacientes eran conocidos como portadores del antígeno de superficie (HBsAg) y sólo a ellos se les consideraba como hepatitis crónica B, unos 300 millones en el mundo. Hoy sabemos que no sólo ellos pueden transmitir el virus; también los que tienen OBI.

Diferentes situaciones de la población infectada por la hepatitis B