La Universidad de Harvard coordina un estudio mundial para conocer el grado de felicidad y satisfacción con la vida. Se conoce como Global Flourishing Study (GFS). Acaban de publicarse los primeros resultados (VanderWeele y cols. Nat Mental Health 2025).
Hay datos de encuestas de más de 200.000 adultos. Se han examinado muestras representativas de la población de 22 países de todos los continentes. El cuestionario ha cuantificado 6 variables de bienestar emocional y felicidad, a saber: 1) salud física; 2) salud emocional; 3) significado y propósito en la vida; 4) carácter y voluntad; 5) relaciones interpersonales y con la comunidad (VanderWeele T. PNAS 2017).
Los países con una mejor puntuación en una escala sobre 10 han sido Indonesia (8,5), México (8,2) y Filipinas (8,1). Los que han tenido peor puntuación son Japón (5,9), Turquía (6,6) y Reino Unido (6,9). España está en la posición 14, con una puntuación de 7,3. Inmediatamente por detrás está Estados Unidos con 7,2.
Si se tienen en cuenta aspectos de tipo financiero, la posición de España cae a la cola. Hay una mayor insatisfacción personal ligada a la pobreza y a la incertidumbre económica.
La felicidad es más que salud
La Organización Mundial de la Salud (OMS) define la salud no como ausencia de enfermedad, sino como un estado de bienestar físico, mental y social. Atendiendo al valor que tiene en diferentes culturas, muchos defienden que la definición debería, además, incluir el bienestar espiritual, como una cuarta dimensión (Lomas y cols. Int J Wellbeing 2023).
La satisfacción con la vida y la felicidad dependen de más variables que la salud. Tener propósitos en la vida (familia, trabajo, etc.), voluntad y carácter (empeño en la consecución de fines) y un entorno de relaciones personales y sociales óptimo, contribuyen al bienestar personal.
Tristeza y desencanto en los jóvenes
El estudio de felicidad global (GFS) subraya que los jóvenes en la actualidad son más infelices que los mayores de 50 años. Esta observación coincide en la mayoría de países, con independencia de los valores culturales. Contrasta con los resultados de estudios de hace décadas, que demostraban ‘patrones en U’ para el grado de satisfacción con la vida, según la edad. Era elevada en la juventud; pero disminuía en los adultos entre 20 y 50 años, por las preocupaciones laborales, familiares y sociales. Se recuperaba con la edad, al ceder las responsabilidades y gozar de más experiencia. En los jóvenes y ancianos había un mayor bienestar emocional. Sin embargo, la felicidad juvenil ha caído en la última década (VanderWeele y cols. Nat Mental Health 2025).
Se ha postulado que la creciente insatisfacción de los jóvenes con la vida tiene que ver con la irrupción masiva de internet y los smartphones (Capraro y cols. Consensus statement 2025). El mundo virtual y las pantallas han transformado el modo de vida, de pensar y de relacionarse. El acceso inmediato a todo tipo de información y la exposición masiva en redes sociales han distorsionado la personalidad y la conducta de muchos jóvenes. Los trastornos mentales en adolescentes secundarios a ludopatías, pornografía, apuestas, etc. son ahora frecuentes. En España, las hospitalizaciones en adolescentes con trastornos mentales se han duplicado desde el año 2000 (Soriano y cols. Eur Child Adolesc Psychiatry 2025).
Un estudio en adolescentes europeos ha subrayado que el 14% tienen problemas con las apuestas por internet, sobre todo los chicos (Mestre-Bach y cols. Psych Res 2025). Este fenómeno se asocia a menor rendimiento escolar y problemas familiares y de relaciones sociales.
La depresión está aumentando de forma significativa en jóvenes. En España y desde el año 2000 han sido hospitalizados cerca de 10.000 adolescentes. Los casos van en aumento sobre todo en los últimos 10 años. Un 75% son chicas. La edad media de admisión es de 16 años, pero los casos en más jóvenes están en aumento (González-Fraile y cols. J Affect Disord 2025).
Otros trastornos mentales, como la anorexia, también están en aumento en los adolescentes, sobre todo tras la pandemia de COVID-19. Las chicas representan el 90% de los casos hospitalizados en España (Soriano y cols. J Eat Dis 2025).
¿Cómo recuperar la felicidad en los jóvenes?
El estudio de Harvard (GFS) ha examinado factores de la infancia que se asocian a un mayor grado de satisfacción y felicidad al alcanzar la vida adulta. Crecer en una familia estable y una buena relación con los padres, la ausencia de enfermedades graves, la estabilidad económica o formar parte de una comunidad con creencias religiosas, todos predicen una mayor felicidad. Aunque puede parecer que todos esos determinantes eran previsibles (Chen y cols. Am J Epidemiol 2018), es importante haber confirmado su impacto en muy distintos países y culturas.
La educación en las escuelas debería considerar los resultados del estudio de Harvard. El colegio es un ámbito donde se brinda una oportunidad única a los alumnos para ir más allá de procurar conocimientos y un buen rendimiento académico. Hay que promover la formación en virtudes, propósitos de vida, relaciones interpersonales y con la comunidad, etc. que orienten y ayuden a los futuros ciudadanos a alcanzar su plenitud y felicidad como personas (Chen y cols. PLoS One 2018).