Nuevos tratamientos para la hepatitis delta

La hepatitis por el virus delta produce la forma más grave de hepatitis vírica, aunque es menos frecuente que las producidas por los virus de las hepatitis B y C. “Mas de un 30% de los pacientes con hepatitis delta desarrollan cirrosis y muchos de ellos pueden padecer un cáncer de hígado”- dice el Dr. Vicente Soriano, primer autor de un editorial que acaba de ser publicado en el Journal of Infectious Diseases (J Infect Dis 2018; 217: 1173-6), una de las revistas médicas más prestigiosas.

El tratamiento con fármacos antivirales ha permitido lograr que los pacientes con hepatitis C puedan curarse, esto es, erradicar el virus de su cuerpo para siempre. “Este avance es uno de los grandes hitos del tratamiento médico de los últimos años. Sólo en España, más de 100.000 personas se han beneficiado de estas medicinas en los últimos 5 años” – dice el Dr. Soriano, de la Facultad de Ciencias de la Salud de la UNIR y especialista del Hospital La Paz de Madrid. 

En el caso de la hepatitis crónica B, los fármacos antivirales -por ejemplo, el tenofovir- no logran curar la infección, pero sí evitar que se desarrolle la enfermedad, esto es, la cirrosis. Sin embargo, hasta ahora no había tratamiento eficaz para la hepatitis delta y, en el mejor de los casos, los pacientes tenían que someterse a un trasplante de hígado.

El pronóstico infausto de la hepatitis delta puede cambiar en poco tiempo. En los últimos meses, varios grupos de investigadores han comunicado el descubrimiento de nuevos antivirales frente al virus delta, capaces de erradicarlo. Se trata de lonafarnib, myrcludex y REP-2139. Están en marcha estudios clínicos que combinan varios de ellos y los resultados preliminares son muy prometedores, tal como se ha discutió en el último Congreso Europeo de Higado (EASL), celebrado en Paris el pasado mes de abril.