La salud mental de los adolescentes continúa empeorando tras la pandemia de COVID-19. Los adolescentes duermen poco, hacen menos deporte en equipo y tienen menos amigos. Por último, la atención y dedicación por parte de los padres en casa es cada vez menor. El abuso de las pantallas y de las redes sociales no hace más que empeorar la soledad de los adolescentes y su insatisfacción personal.
Esas son las conclusiones del último informe de los Centros de Control de Enfermedades (CDC) de Estados Unidos (Verlenden y cols. MMWR 2024; 73: 79-86). Los investigadores americanos examinaron durante el año 2023 un total de 20.103 escolares de 14 a 18 años.
Los sentimientos de tristeza y desesperanza, así como el sentirse mal psicológicamente son cada vez más frecuentes en los adolescentes. Predomina en las chicas respecto a los chicos (Verlenden y cols. MMWR 2024).
La frecuencia de ideación suicida y los intentos de suicidio, también van en aumento en los adolescentes. De nuevo, es más común en chicas que en chicos. De forma global, el suicidio es la tercera causa de muerte en adolescentes en Estados Unidos.
Los adolescentes con problemas de identidad sexual y/o de orientación sexual tienen con mayor frecuencia problemas de salud mental y una mayor tasa de suicidio (Verlenden y cols. MMWR 2024).
Factores protectores del bienestar emocional
La investigación del CDC examinó qué factores podrían ser protectores de la salud mental en los adolescentes americanos. Las respuestas parecen muy simples. Se refieren a hábitos sanos, tanto personales (dormir más de 8 horas, hacer deporte, etc.) como de relaciones con los demás, en la familia y en el colegio (Verlenden y cols. MMWR 2024). El CDC destaca el valor de la educación en valores y hábitos sanos para ayudar a los adolescentes a madurar y alcanzar la plenitud humana como personas y ciudadanos.
Salud mental de los adolescentes en España
En España se han publicado recientemente estudios sobre la salud mental en adolescentes. Los resultados son parecidos a los de Estados Unidos. Hay una verdadera crisis de salud mental y ausencia de bienestar emocional en una proporción creciente de nuestros jóvenes (Soriano y cols. Eur Child Adolesc Psychiatry 2024).
Las carencias en el entorno afectivo familiar junto a la avalancha de desinformación en las redes sociales y en el mundo digital convergen en una tormenta perfecta para la actual crisis de identidad en la adolescencia (Girela-Serrano y cols. Eur Child Adolesc Psychiatry 2022). Es una etapa de especial fragilidad en la formación de la personalidad. Es un periodo donde la orientación del proyecto personal es más vulnerable. Una educación en valores y unos referentes familiares son el mejor entorno para formar buenos ciudadanos, personas con capacidad de ser felices.
La soledad juvenil
En una sociedad globalizada e interconectada como la actual, puede parecer paradójico hablar de soledad. El aumento de familias monoparentales y desestructuradas, los hijos únicos (sin hermanos) y el abuso de pantallas y redes sociales están detrás de una gran soledad juvenil. La adolescencia es una edad crítica para la maduración como persona, que requiere una atención afectiva próxima y ejemplar. Los ámbitos familiar y escolar deben promover la confianza que se precisa para un buen aprendizaje.
El aislamiento a menudo lleva a la búsqueda de nuevas experiencias. El abuso de sustancias, como drogas y alcohol, hacen todavía más daño. Un estudio reciente ha alertado sobre la atrofia cerebral y la disminución de la capacidad cognitiva que produce el consumo de cannabis (marihuana) en jóvenes (Navarri y cols. J Neurosci 2024). El aumento de la conducta suicida refleja el desencanto y la insatisfacción de muchos adolescentes (Soriano y cols. J Affect Disord 2024; 363: 106-111).