¿Puede ser consciente un paciente en coma?

La duda sobre si un paciente en coma nos puede oír siempre ha despertado un gran interés. Un estudio reciente ha examinado un gran número de pacientes en coma, con el objetivo de conocer si podían tener actividad cerebral en respuesta a órdenes verbales (Bodien et al. N Engl J Med 2024; 391: 598-608).

La investigación se llevó a cabo en 6 hospitales europeos y norteamericanos. Se trataba de 353 pacientes con una edad media de 38 años. El coma era de larga duración, con 8 meses de promedio. La mitad tenían daño cerebral tras un traumatismo craneoencefálico. La actividad cerebral en respuesta a órdenes verbales se examinó con resonancia nuclear magnética funcional (RNMf) y electroencefalograma (EEG). Como era de esperar, en 40 (38%) de los 112 pacientes con coma reactivo (p.e., con reflejos, etc.) se reconoció actividad en la RNMf y/o el EEG. 

Lo inesperado fue que la respuesta cerebral también se observó en 60 (25%) de 241 pacientes con coma no reactivo, esto es, en estado vegetativo. Se detectó actividad cerebral tras órdenes verbales en 11 pacientes mediante RNMf, en 13 en el EEG y con ambas técnicas en 36.

Disociación cognitivo-motora

La posibilidad de escuchar y entender, pero sin poder expresarse, se denomina disociación cognitivo-motora. En los pacientes en coma vegetativo del estudio se interpretó como evidencia de consciencia. Aparecía actividad cerebral de forma consistente tras órdenes verbales. Esto requería integrar la comunicación de distintas regiones anatómicas y circuitos cerebrales.

En un comentario en la revista Nature (Nowogrodzki J. Nature 2024) se destacó que al menos una cuarta parte de los pacientes en coma arreactivo pudieran responder a un estímulo auditivo, aunque fueran incapaces de manifestarlo con un movimiento.

Los avances recientes en biotecnología quizás podrán permitir la comunicación de esos pacientes (Ramsey & Vansteensel. Nat Med. 2025; 31: 31-2). En las personas con ELA, ictus, traumatismos craneoencefálicos, o con otras enfermedades neurológicas graves, la implantación de dispositivos de interfaz cerebro-computador (BCI, brain-computer interface) ha permitido que puedan comunicarse (Naddaf M. Nature 2024; 626: 706-8).

Los resultados del estudio no son una sorpresa. Hace 5 años, otro estudio realizado en Nueva York en 104 pacientes con coma arreactivo, ingresados en la UCI tras una lesión cerebral aguda, demostró que un 15% mostraban actividad cerebral en el EEG tras darles una orden verbal (Claassen et al. N Engl J Med 2019; 380: 2497-505). Al año, el 44% de esos pacientes con disociación cognitivo-motora habían recuperado la capacidad de comunicarse y podían ser independientes al menos 8 horas diarias.

Implicaciones éticas

Además de demostrar la presencia de consciencia en algunos pacientes en coma, la otra gran implicación de los resultados de esos estudios se refiere a cuestionar los criterios de muerte vigentes. Esto es tanto más cierto cuanta más presión hay para considerar a los pacientes en coma como donantes de órganos para trasplante. La pregunta es obvia: ¿podría producirse la extracción de órganos en pacientes en coma, pero conscientes?

Frente al abuso que pueda derivarse de la instrumentalización del paciente para el trasplante, el Colegio de Médicos de EE.UU. ha publicado un consenso con los estándares para determinar la muerte (DeCamp et al. Ann Intern Med 2023; 176: 1245-50). No cabe recortar medios de vida a un paciente o procurar su muerte en aras de facilitar la extracción de sus órganos para el trasplante. El documento subraya el compromiso ineludible y prioritario del médico por cada paciente. 

Los profesionales sanitarios debemos procurar tener una buena formación en ética médica y actualizarla con los nuevos desafíos de la biotecnología. Desde la universidad, en UNIR se imparte un Master Universitario Oficial en Bioética. Se trata de un título oficial, acreditado por ANECA, con 60 créditos y con clases online. Las sesiones se emiten en directo (streaming) y también están disponibles las grabaciones para los alumnos. Cuenta con un claustro de profesores de excelencia, muchos de ellos miembros de comités de ética hospitalarios, compañías farmacéuticas y colegios de médicos.